8 de enero de 2010

POR ENCIMA DEL BIEN Y DEL MAL

El Sr.Juan López Uralde,presidente de Greenpeace España,ha dicho a su llegada a Barajas procedente de Dinamarca,que no se arrepiente de nada y que volvería a actuar de la misma manera que lo hizo .Se refería a su presencia fraudulenta en la cena de gala,que la reina de Dinamarca ofrecía los asistentes a la cumbre del famoso "cambio climático",cam,bio,dicho sea de paso,que es discutible y discutido e incluso hay quien ya reconoce que es una inmensa fábula.Pero esa es otra historia......

El Sr.Uralde acostumbrado a la Justicia española,en donde según quién se es,se reicibe uno u otro trato,se queja de la dureza de las cárceles danesas y del atropello a que ha sido sometido.Este personaje debería saber que no se puede entrar por las bravas en una ceremonia que convoca el Jefe del Estado anfitrión,desplegar pancartas ofensivas para los estadistas presentes,tener una actuación entre chulesca y estúpida,y encima pretender que se le trate con la consideración que él ha negado a los anfitriones con su megalomanía y presunción.Parece ser que Dinamarca es un país serio en donde se aplica la ley,y en donde a nadie le tiembla el pulso a la hora de meter en la cárcel al que legalmente se lo merece.

Greenpeace circula por el mundo dando lecciones a todos de lo que debe o no debe hacerse con respecto a la religión moderna del verde-ecologismo.Igual se plantan delante de un ballenero que coaccionan a entidades y organismos a la hora de valorar si es o no oportuno construir un hotel,por ejemplo.Tienen patente de corso para predicar sus exageraciones y suelen ofenderse mucho cuando la autoridad competente les impide ejercer su derecho de juzgar a todos y a todo.

Lo malo de su actitud siempre prepotente y chulesca,es que la ejercen sólo frente a estados democráticos.No tenemos noticias de que en Corea del Norte ,en Cuba o en Arabia los catequistas de Greenpeace manifiesten nada.Es bochornoso que individuos que no han sido elegidos por nadie y que ahora son simplemente una sociedad de presión mediática,nos organicen a los demás la manera de prosperar en un mundo,que queramos o no,es un mundo que no tiene porqué renunciar a comodidades y avances que han costado mucho de conseguir.No estamos dispuestos a volñves al candil y a la carreta de bueyes.

A mí la gente de Greenpeace me recuerda a los miembros de las sectas religiosas al uso,ahora en cierto declive,pero que siempre han pretendido salvarnos de todos los males,empezando por nuestras propias inclinaciones siempre malas y ponzoñosas.Estas sectas meven millones y en todos los casos sus dirigentes viven en plena orgia dineraría mientras los fieles se hacen la puñeta de la austeridad mientras van por ahí intentando convencer a la gente de sus bondades infinitas y del peligro de no sumarse de inmediato a sus ideas delirantes y generalmente,estúpidas y siempre fanáticas.Y mucho de todo éso es Greenpeace.Quizás en sus orígenes merecían la atención de sus avisos de indudables eccesos,pero que con el correr del tiempo,han devenido en otro fanatismo.

El Sr.Uralde se ha figurado sin duda,que toda la sociedad le debe a él,obispo o cardenal de la nueva religión,el mismo respeto que hasta no hace mucho,se guardaba en la España nacionalcatólica a los jerarcas de la Santa Madre Iglesia.Este individuo llevado de su prepotencia,se cree por encima de la ley y se valora tanto a sí mismo,que debe valorar la ofensa a su persona,como ofensa a toda la Humanidad.Debería pensar que no es otra cosa que un ciudadano que ha conculcado la ley y punto.Y ojalá que cumpla unos mesese de cárcel a ver si así se le bajan los humos.

En España estamos muy cansados de casos como el de felix Millet,de Alavedra,de Prenafeta de los Albertos y muchos etcéteras.Vivimos en el pais en donde los chulos y los ricos se rien de la ley.Y es una corriente de aire fresco cuando alguien,desde Dinamarca,nos recuerda que no siempre esas cosas huelen a podrido.......

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicitats per el teu net, soc la Merce la mare del Xavi, llegeixo tots els teus emails, salut.