20 de julio de 2010

"LA ROJA" : EL TRIUN FO DE LA ILUSION

Decía aquel inmenso futbolista que fué Kubala cuando en los años setenta era seleccionador del equipo nacional,que para la victoria era preciso "QUERER,SABER Y PODER ".Yo creo que a Kubala se le olvidó añadir algo tan importante como la ILUSION.

Kubala fué seleccionador varios años y batió records de imbatiblidad,siempre que se trataba de amistosos sin demasiada importancia.Ni en la Eurocopa ni menos en los Mundiales,consiguió nada importante.Siempre aparecía la Yugoeslavia de turno que nos amargaba la vida.España no era un equipo,era un conglomerado de jugadores,todos excelentes,pero incapaces de creerse sus propias oportunidades.

Durante muchos años,prácticamente desde los Mundiales del Rio de 1950,España o quedaba eliminada en el aperitivo,o se iba a casa casi en seguida sin apuntar siquiera la mínima posiblidad de ganar algun partido verdaderamente importante.Por mi edad,recuerdo el famoso "bambino" que sacó el papelito de Turquía en lugar del de España,y nos quedamos sin Mundial de 1954.En Chile en 1962 nos tocó contra Brasil y Checoeslovaquía,que a la postre,quedaron campeón y subcampeón.Todo fueron gestas inútiles,y al parecer,siempre había quien quería,sabía o podía más que nosotros.El conjunto nacional,carecía de ambición,porque no tenía ilusión.

La ilusión en cualquier ámbito de la vida,es lo que diferencia el trabajo bien hecho del trabajo excepcional y creativo.Por bien preparado que esté un empresario,un profesional o un ejecutivo,no realizará nada notable si carece de ilusión.Con esa arma potentísima se vecen dificultades y se reunen voluntades.Para la verdadera victoria,es preciso algo más que hacerlo bien.Hay que ser ávido de lograr lo que la razón califica como imposible.¿Qué hubiera sido Napoleón sin ese halo especial?

Y en la Eurocopa de hace dos años y en los Mundiales terminados hace una semana,España ha creido en sí misma.El equipo es muy bueno,pero sobre todo,es un equipo,sin rebcillas,sin protagonismos y todos con una inmensa ilusión.Ha sido el triunfo de los humildes unidos en una tarea común,muy lejos de esas estrellas rutilantes que creen ser principio y final y que son incapaces de integrarse en ningún equipo.Ha sido tambien el triunfo de la cantera del Barça.Es milagroso y admirable,que chicos que hace nada eran promesas en equipos regionales,sean ahora campeones del Mundo.Es un aviso para navegantes,pero no sólo para equipos de fútbol.

Si trasladamos a la sociedad española ese buen hacer de la asonbrosa cantera del Barça,tendriamos un futuro inmensamente prometedor.No se trata de empezar la casa por el tejado.Se trata de enseñar a lo niños y a los jóvenes el valor del esfuerzo,del sacrificio y de la ilusión por vencer.Y en esa empresa,siempre hay quien se queda en el camino.Es ley de vida.No todos son Iniesta o Piqué.Pero estoy seguro que el anónimo aprendiz de futbolista que ha quedado en el camino,tambien ha recibido la enseñanza del triunfo por el trabajo,sin esperar la bicoca igualitaria y castradora.

España necesita gentes con ilusión y con la humildad de integrarse en un equipo,que al final,siempre será ganador.Los personalismos,los intereses de partido y las ambiciones del trinfo a cualquier precio,no son nunca un buen futuro.Hay que jugar con técnica,pero sobre todo,con la creencia total en nuestras propias posiblidades.Al final ganaremos,y como nuestra inmensa Selección,sin trampas y sin patadas.......

9 de julio de 2010

EL ESTATUT DE LA DISCORDIA

Según ciertos sondeos,hay en Catalunya alrededor de un 20 % de independentistas,es decir,personas a los que el Estatut no les importa en absoluto,puesto que lo que en realidad desean,es la creación de un estado propio.Si a ello añadimos el 40 % comomínimo,de ciudadanos que no se molestaron en acudir a votar el referendum del Estatut,la pregunta es ¿De verdad los ciudadanos catalanes son entusiastas del Estatut?.

Yo creo que en torno a este asunto,hay una inmensa hipocresia,no de los ciudadanos,sino de los partidos políticos que no contentos con haberse metido en un berenjenal indigerible,pretenden ahora que los ciudadanos les saquen las castañas del fuego.Y para ello,mientras con el rabillo del ojo,se vigilan unos a otros y evalúan porcentajes de futuras elecciones,no dudan en apelar a los sentimientos más viscerales de sus conciudadanos.Como saben todos los sindicalistas asamblearios partidarios del voto a mano alzada,es muy fácil encauzar los sentimentalismos de quienes honradamente,se sienten heridos por pretendidos atropellos a su propia dignidad.Las dison maestras en señalar siempre al enemigo exterior para tapar sus propias carencias con masivas concentraciones y agitar de banderas.

Defender el Estatut es defender la Constitución,ya que no existe legalmente el primero,sin dimanar directamente de la segunda.Por ello es contradictorio y absurdo,que los que quieren la independencia,salgan ahora apoyando un Estatut en el que el el fondo,ni creen ni comparten.Que el Tribunal Constitucional se ha demorado en exceso y apunta a una deriva de politiqueos es un clamor popular.Pero las sentencias están para ser cumplidas y fuera del respeto a la ley,sólo hay barbarie.Y parece extraño que el representante natural del Estado en Catalunya,que es el cordobés Montilla,llame a rebato y no tenga empacho en echar más vinagre a heridas que otros han abierto.

Lo cierto es que a nivel solamente politico,hay malestar entre los catalanes.Son los politicos los que alientan el sentimiento de la eterna queja.Y da igual una corrida de toros que un desfile del ejército.Digamos la verdad: se pretende por todos los medios borrar el nombre de España del espectro catalán y para ello,cualquier matiz es válido.¡Hasta hay quien desea que la slección española de futbol pierda ante quien sea!.Llevados a ciertos extremos,deberían comprender ciertos politicos,que lo único que consiguen es hacer el ridículo más lamentable.

Catalunya tiene hoy en día un Estatut que le otorga una autonomía elevadísima.Hace treinta ños,ni el más fervoroso catalanista lo hubiera soñado como posible.Ya es hora de archivar esas quejas permanentes y olvidar reivindicaciones imposibles.Queremos tranquilidad.Y ello no es óbice para que los catalanes lo sean en toda su integridad y que se autogobiernen como mejor pretendan.Y que los independentistas expresen sus sentimientos con toda libertad ¡faltaría más!,pero que no pretendan condicionar a quienes no lo son,con el mismo derecho y con la misma libertad.