Anoche soñé que los "grises" habían disuelto,porra en mano,una reunión de sardanas en la plaza de Sant Jaume de Barcelona,por considerarla subversiva.Soñé que me expulsaban con malas maneras de una oficina del ayuntamiento,por haberme dirigido en catalán al funcionario de turno.Soñé que unos niños hanían sido castigados por hablar catalán durante el recrero y que el padre-director del colegio,había llamado a su despacho a los padres de los díscolos.Soñé que la autoridad gubernativa había prohibido un espectáculo de "castellers" por desafecto a la norma.Soñé que un taxista había perdido su licencia por mostrar en la antena una bandera cuatribarrada.Soñé en la universidad todo el mundo tenía en carnet del SEU.Soñé que cualquier actividad social que se apartara mínimamente de los Principios del Movimiento,estaba perseguida y se aplicaban sanciones muy duras.
Al despertar,comprobé con alivio que todo había sido un mal sueño y que ahora la única norma,era la libertad.Ya sosegado,me dediqué a ojear los periódico del día,y me asombró leer un listado de amenazas y de reglamentos para la buena convivencia.Al rato,fuí al ayuntamiento y no pude conseguir que el oficio que me entregaban estuviese redactado en castellano.Mis hijos,que han vivido su infancia en Alcalá de Henares,han sacado pésimas notas en el colegio.Ningún profesor accedia a explicarles sus nada como no fuera en catalán.En la ultima reunión de vecinos fuí duramente reconvenido por haber dicho "España" en lugar de "Estado español".Y como tengo aficiones extrañas,la tarde del domingo acudí a la corrida de la Monumental,pero fuí insultado y vejado por unos energúmenos que perecían estar iluminados por la verdad divina.Leí que unos taxistas habían sido advertidos por ostentar la bandera de España y que el hijo de un compañero,que estaba de vacaciones en un albergue escolar,se quedó sin poder ver en televisión la final del Mundial de fútbol.
Hablé de todo ello con un amigo que sabe mucho más que yo de cuanto se refiere a la política.Me explicaba que,a la muerte del Dictador,hubo unos años,muy pocos,en los que parecía que la tolerencia se asentaba en una sociedad acostumbrada al palo y que la libertad podia arraigar en este pais tan castigado.Pero que esas ilusiones,habían durado poco,y que ahora los que son menos atenazan y dirigen a los que son más,en un ejercicio de perversión democrática y que hay gentes que reivindican el regreso de las hogueras inquisitoriales,pero que estas nuevas llamas purificadoras,ya no churrascan las carnes del pecador,porque su combustible es el desprecio y la marginación.Y pensando en esa cosas,ya no me atrevo y renuncio a volver a soñar.....
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