8 de octubre de 2009

A propósito de Adolfo Suárez

El escritor y periodista Gregorio Morán,ha publicado recientemente su magnífico libro titulado "Adolfo Suárez,ambición y destino". Su prosa ágil y la excelente documentación que sin duda posee el autor,hacen que la lectura de la obra sea apasionante y muy ilustrativa para quienes,como yo,vivimos aquellos tiempos de la Transición con la expectación que cada noticia nos proporcionaba.Visto con la perspectiva de treinta años,lo que ya somos jubilados,podemos rehacer la historia reciente y sobre todo,comprobar que la prensa de la época,como viene siendo habitual,nos proporcionaba una completa desinformación.Es un libro que debería ser consulta de cabecera,para historiadores del futuro.

Al hilo de la lectura de la obra del Sr.Morán,y desde luego a través de mis propias reflexiones,se me imagina oportuna,la imagen de un cierto paralelismo entre el presidente Suárez de 1979 y el presidente Zapatero de 2009.Los dos proceden de familia humilde,con raices republicanas y los dos son abogados de escaso relieve.Ambos salieron de la nada,politicamente hablando,y llegaron a la Presidencia del Gobierno por sendas carambolas del Destino.Suárez en las circunstancias que todos conocemos y que tienen su punto cero en la muerte del almirante Carrero,y Zapatero por la necedad política que se permitieron los hombres de Aznar.

Los dos son poseedores de una incultura enciclopédica,de la negacción para conocer un idioma extranjero,y les une además la ignorancia manifiesta en tdo lo que se refiere las cuestiones de economía y hacienda.Y puestos en el camino de las similitudes,ambos fueron y son políticos cuya presencia pasa totalmente inadvertida en el foro internacional.Es decir,no pintan nada.Son los dos personas de un talante encantador,de fácil sonrisa y cercanía agradable.Y sin duda,tanto Adolfo como José Luis,alientan una ambición incombustible y apasionada.Son personas de gran imaginación y fáciles recursos y desde luego,grandes manipuladores.Y tambien es común el rasgo de elevar a la categoría de ministros,con notables excepciones,a gentes muy mediocres,pero dotados de una fidelidad inquebrantable.Los dos son prepotentes,con un punto de chulería y muy tenaces en la consecución de sus objetivos.Y ambos acabaron dando la espalda a sus maestros.Suárez lo hizo con Torcuato Fernadez-Miranda y Zapatero con Felipe Gonzalez.

Y si buscamos,seguiremos hallando parecidos.En ambas épocas,la crisis social y económica es un infierno para quiene no conoce los vericuetos del mundo financiero y sin otra preparación que su bagaje intuitivo,pretende responder a envites muy sreios,con medidas contradictorias y desde luego carentes de toda profesionalidad.Porque tampoco se dejan aconsejar por los que se atrevan a llevarles la contraria,si con ello se mancillan proyectos electorales para asegurarse una cierta inmortalidad.Al menos Suárez supo buscar un atajo en aquellos Pactos de la Moncloa.Y digo una cierta inmortalidad,porque ninguno de los dos estaba o está dispuesto a renunciar al Poder que es para ellos el único motivo realmente importante de su trayectoria.

Y tambien,tanto Suárez como Zapatero,saben de peleas con la C E O E.Si a uno le supuso un gravísimo problema,para el actual lleva camino de serlo.Es el diálogo y el consenso en lugar del enfrentamiento y la discordia lo que se precisa ahora.Y dsde luego - tal como dijo el mismísimo Felipe Gonzalez en su momento -España no es un estado nacional-sindicalista.Y conste que a mí personalmente me repugna la prepotencia de la CEOE,pero no hay otro remedio que el entendimiento.¡Ojalá todo haya sido puro teatro!,que tambien podría ser....

Suárez era un hombre completamente sólo al final de su mandato.Y lo fué con la soledad más hiriente,que es hija del desprecio y del desagradecimiento.Su soleda era tan absoluta que su dimisión fué el gesti de quien todavía pretende doblegar a quienes le ignoran.Y la verdad es que pudo salirle bien de no ser por la estúpida ceguera de quienes,desde la propia UCD,se empeñaron con su actitud en entregarle el Poder en bandeja de plat a Felipe Gonzalez.Yo no sé si Zapatero tambien es un hombre sólo.Es posible que todavía no,pero todo se andará,porque no hay cosa que mueva más al político conspirador,que la perspectiva de la pérdida del Poder,de la mano de sonoros y repetidos errores que son propieda exclusiva del jefe todopoderoso,pero que salpìcan sin piedad a los ni siquiera consultados,pero del equipo al fín y al cabo.Llegado el momento de rapartir duelos,ningún político se acuerda del jefe adorado que le hizo cuanto es.Le pasó a Suárez y le ocurrirá a Zapatero.Las equivocaciones manifiestas y el empecinamiento en ignorarlas,suelen pasar factura electoral,y aunque ahora no esté enfrente la ilusión del Felipe Gonzalez de 1982,todo es posible.Cierto qu el Sr.Rajoy no es ilusión precisamente lo que dispensa y suele perderse en errores propios - ¡Solo le faltaban los trajes y los bigotes! -sin la pillería de aprovecharse de los ajenos.

Y pasado el relato de los paralelismos entre los dos presidentes,conviene recordar que Suárez fué un gigante en el ámbito en que lo debía ser.Desmontó una dictadura atada y bien atada sin apenas damnificados.Y desde luego tuvo el coraje de impulsar la única Constitución española que ha sido fruto del consenso en lugar de la imposición.Su haber es impresionante y es ya un hito fundamental en la España democrática.Su ambición le perdió.pero tampoco estuvo mal cerrar la Transición con un gobierno socialista.Al fin y al cabo fué la prueba del nueve de la democracia que tanta ilusión levantó en el ánimo,de quienes como yo,ya estamos en el tramo final del camino.....
Gracias por la lectura de mi primer escrito de mi blog.
08/10/2009

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