27 de junio de 2010

LA LEY CONTRA LA JUSTICIA

De un tiempo a esta parte,al menos en España,el funcionamiento de la Justicia parece estar bajo sospecha.Ya ha llovido mucho desde que el antiguo alcalde de Jerez,el ínclito Pacheco,pronunció su célebre frase "La Justicia es un cachondeo".Y desde aquellos tiempos,los escándalos se han sucedido en el seno de unos tribunales que parecen desconocer lo que significa el sentido común.

Sin mirar muy atrás ahí tenemos los dolorosos procesos por la niña Mari Luz o por Marta del Castillo,por mencionar sólo unos.Hemos asistido al espectáculo de asesinos tratados con guante blanco y convictos que se rien de todo contando cuentos sobre el lugar en donde se deshicieron del cadaver de la pobrecita Marta,con la desfachatez del chulo de barrio al que parece que no hay nadie capaz de meter en cintura.Que una cosa es garantizar los derechos del delincuente,y una muy distinta traspasar los límites de la decencia.

¿Cómo olvidar la condena luego revocada de los famosos "Albertos"?.Y para enmarcar,las numerosas instrucciones de D.Baltasar Garzón,que salvo su eficaz luicha contra el terrorismo,nunca han cristalizado en nada.Y diariamente noticias televisivas para pasto popular sobre jubilados que se quedan sin vivienda,o desgraciados matrimonios,desheredados de la fortuna,que se ven en la mismísima calle por leyes mas propias de la época victoriana que de estos tiempos tan colmados de derechos para delitos que conculcan la corrección política.Parece que como siempre,desde que los romanos hicieron del Derecho uno de los pilares de su Imperio,la Justicia es sólo cosa para ricos y poderosos.Siempre adusta con el humilde y dulce para con el afortunado.Queda muy lejos áquello de las Bienaventuranzas del Evangelio - ya tan olvidadas - en las que se prometia hartazgo a quien sufriera "hambre y sed de justicia".Por el camino que vamos,dudo mucho que nadie deje de estar hambriento.....

Estas reflexiones vienen a cuento en mi caso de damnificado de la Justicia.En efecto: mi hijo Rafa apareció muerto en la residencia La Pineda de Tarrasa en Septiembre de 2004.Mi hijo tenía 25 años y era autista.Nunca había pronunciado una sola palabra.Pero era ágil y físicamente muy fuerte.

La tristeza por la muerte de un hijo no es explicable.Sólo quien lo haya sufrido puede entenderlo.Pero mucho más penoso es saber que la muerte sucedió por asfixia,encerrado en una habitación acolchada e inmovilizado con una camisa de fuerza.

Nada de todo ello supo la familia hasta que el juez de guardia me llamó a su despacho,cuando ya teniamos la inc ineración pactada con los funcionarios del tanatorio de Tarrasa.El juez me hizo saber que la muerte ,según la autopsia indicaba,no había sido por causas naturales,y que en esas circunstacias,procedía una segunda autopsia - que es realizó por tres forenses - y que desde luego no se podía incinerar el cuerpo y sólo se podría practicar el entierro en nicho cuando hubiese finalizado la segunda autopsia.Casi no puedo describir el horror de aquellos momentos.

El juez,hombre sensato y cumplidor de su deber,me recomendó que me buscase un abogado honesto.Y nada más podía aconsejarme.dada su condición de legal.

Busqué en efecto un abogado penalista realmente honesto y la familia nos personamos como acusación.Debo señalar que La Pineda es una residencia para subnormales profundos que,en el año 2004, estaba en el antiguo Hospital del Tórax de Tarrasa.Y que se trata de una residencia construida por la Generalitat,y por tanto,sujeta a inspecciones y a controles de los protocolos de actuación y funcionamiento en general.Como todas las residencias de la red pública,está gobernada por profesionales en el ámbito de los puestos de dirección.Cuenta,como es lógico del facultativo médico correspondiente y del profesional psicólogo.Evidentemente,con los monitores y personal auxiliar necesario.

Han pasado casi seis años desde aquella dolorosa muerte,y a pesar de la diligencia y profesionalidad de mi abogada.que se ha dejado la piel en este procedimiento,no ha sido posible sentar en el banquillo a los responsables de la residencia,es decir,al director,al médioc y a la psicóloga.Despues de recursos y contrarrecursos,la Audiencia de Barcelona,exoneró de toda responsablidad a estos tres personajes.Por tanto,sólo se consideraba acusadas a las tres monitoras que estaban de guardia en la noche de autos.

Yo no soy abogado,pero me cuesta entender que en el derecho penal,no se consideren responsables a quienes ocupan los máximos caragos directivos de una residencia,y que son.como es natural,los vigilantes natos para el cumplimiento de protocolos y normas de actuación.No es lógico que la unica responsablidad recaiga sobre tres chicas jovenes,seguramente mal informadas y poco profesionales en el manejo de determinadas situaciones.Muy probablemente se limitaron a cumplia con las normas que les habian dado.

Que la muerte de mi hijo fué la culminación de una serie de imperdonables negligencias,creo que está fuera de toda duda.Ni se vigiló la inmovilización de un interno aislado,ni se siguieron los protocolos del propio centro.Fué una tragica noche entre la indiferencia de unos y la poca profesionalidad de otros.Lo cierto es que mi familia había confiado la guardia y custodia de mi hijo a la residencia La pineda,y nos devolvieron su cuerpo muerto,sin responsablidad y sin castigo.

El pasado 6 de Mayo,tuvo lugar de "juicio" en Tarrasa.Y pongo comillas porque fué un acto protocolario entre el juez y los abogados.En efecto: visto que sólo iba a juzgarse a tres humildes mujeres,de acuerdo con mos abogados,la familia nos retirsmos del proceso.No tenía ya objeto,máxime cuando el propio fiscal pedía es sobreseimiento del caso.

Por éso digo que en demasiadas ocasiones,la Ley es contraria a le Justcia.Queda,no obstante el juicio implacable de la propia conciencia.........

1 comentario:

Vivir es una casualidad dijo...

Hola hola...probando a distancia a ver si se pueden enviar comentarios...
Un beso
Susana